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0-3 meses.

ETAPA DEL SUEÑO:
0 – 3 MESES

METAS DE SUEÑO:
14-17HORAS DE SUEÑO TOTAL, QUE SUELEN OCURRIR EN PERÍODOS DE ENTRE 30 MINUTOS A 4 HORAS. 

Durante esta etapa de crecimiento del bebé no existen los malos hábitos del sueño. Sencillamente, porque aún no existen los patrones de sueño a esta edad. Una semana necesitaremos despertar al bebé para alimentarlo y en la siguiente  nos preguntaremos por qué despierta muchas veces durante la noche. 

El recién nacido experimenta estadios tanto de sueño activo, como de sueño profundo. Por ello, es esperable oír del bebé pequeños llantos, quejidos u otros sonidos mientras duerme ya que ellos son comunes durante la etapa activa del sueño. Eventualmente, entre las semanas 6 y 8, el bebé comenzará a producir su propia melatonina y será capaz de dormir por períodos más prolongados durante la noche.

Guía del sueño del Recién Nacido.
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  • Los patrones de sueño no existen en el bebé recién nacido. Los mecanismos internos que permiten al bebé comprender la diferencia entre el día y la noche se desarrollarán a partir de los 2 meses de vida.
  • Cerca del mes de vida, los bebés comienzan a producir cortisol de manera rítmica. El cortisol es una hormona responsable, en parte, del aumento en el apetito del bebé y de su estado de alerta durante el día. Los niveles de cortisol son naturalmente más altos en la mañana y comienzan a reducirse al atardecer, ayudando al bebé a comprender que se avecina la hora de dormir.  
  • El bebé comenzará a dormir por períodos más extensos en la noche cuando empiece a producir su propia melatonina, cerca de su sexta semana de vida. Esta circunstancia, combinada con el incremento en la producción de cortisol, ayudará al bebé a dormir por períodos más consolidados en la noche y a estar despierto por períodos más prolongados durante el día.
  • Los recién nacidos experimentan estadios de sueño tanto activos como profundos, por lo que no debemos sorprendernos si oímos pequeños llantos, quejidos u otros sonidos, que son habituales en la etapa activa del sueño.

  • El ritmo circadiano permite coordinar nuestra actividad física, mental y social con el momento del día. La primera luz del día es la señal más intensa que percibe el ritmo circadiano de nuestro cuerpo para ayudarnos a despertar. 
  • Inicialmente, un bebé tiene el ritmo circadiano débil, marcado por las hormonas recibidas a través de la placenta de su madre cuando se encuentran en el útero y, una vez nacidos y durante sus primeras semanas de vida, por la leche materna.
  •  El ritmo circadiano del bebé madurará entre las semanas 6 a 8 (contando desde la fecha probable de parto), ayudándolo a permanecer despierto durante el día y a dormir durante más horas por la noche.

  • Varios estudios han demostrado que es beneficioso para los bebés, incluso para los recién nacidos, permanecer al aire libre el mayor tiempo posible durante el día y minimizar la luz artificial durante la noche. Los bebés que durante sus primeras 6 semanas tienen mayor exposición a la luz natural durante el día duermen por períodos más prolongados al llegar a sus 12 semanas de vida, en comparación con bebés con menores niveles de exposición a la luz natural. 
  • Asimismo, los bebés prematuros con exposición a diferentes períodos de luz y de obscuridad registran patrones más claros de sueño y de actividad que aquéllos con exposición a niveles constantes de luz tenue. 
  • El ciclo de luz / obscuridad es el factor que más influye en el desarrollo del ritmo circadiano del bebé, por eso es importante prestar atención al ambiente en el cual duerme para mejorar su sueño. 
  • Atenuar las luces al final del día ayuda al bebé a producir melatonina y a comprender que es de noche.
  • Durante la noche es recomendable mantener la habitación en completa obscuridad. Un mínimo contacto con la luz, aunque ésta sea tenue, puede afectar la producción natural de melatonina. Si fuera necesaria una luz de noche para atender al bebé, se recomienda que sea lo más tenue posible. Una luz cálida, dentro del espectro rojo y naranja,  que es menos disruptiva para el sueño.

  • Durante los primeros meses de vida, tu bebé necesitará alimentarse durante el día y la noche sin ningún horario establecido.
  • Se recomienda alimentar al bebé cada 3 horas para asegurar un crecimiento saludable y evitar la deshidratación, aun cuando ello implique despertarlo. Nuestro pediatra nos indicará el momento a partir del cual resultará seguro no despertar a nuestro bebé para comer durante la noche.  
  • Aunque es natural para un recién nacido quedarse dormido mientras se alimenta, nuestro bebé puede comenzar a asociar que necesita comer para poder dormir. A partir de sus 2 meses de vida podremos comenzar a practicar nuevos hábitos, por ejemplo intentando separar el momento de las comidas del momento de dormir. Al principio, quizás sólo signifique separar a nuestro bebé del pecho o del biberón antes de que esté profundamente dormido. Si esto ocasiona que se altere, podemos continuar arrullándolo o meciéndolo para calmarlo. 

  • No existen los malos hábitos de sueño en los recién nacidos. Está bien dar de comer, mecer, arropar, ofrecer un chupete o utilizar ruido blanco si esto ayuda al bebé a calmarse. Para mantener a nuestro bebé bien descansado podemos limitar el tiempo que pasa despierto durante el día. Esto evitará que el bebé llegue a la noche extenuado/agotado.  
  • Poco a poco, nuestro bebé se sentirá más seguro al identificar que respondemos a sus necesidades. ¿Se ha cansado? ¿Tiene hambre? ¿Se ha mojado? Es bueno detenernos a observar. Pronto comprenderemos las señales que nuestro bebé nos brinda y lo que trata de decirnos.
  • Podemos intentar una rutina para la hora de dormir si realizamos algunas actividades siempre en el mismo orden cada noche, estableciendo así las bases para un sueño saludable.
  • Si es posible, ¡busquemos ayuda! Puede ser algún familiar o personas amigas. Cuidar de un recién nacido es mucho trabajo. Como dice el conocido proverbio africano: “Se necesita de todo un pueblo para criar un niño”. Si abuelas o abuelos, tías o tíos nos ofrecen ayuda, aceptémosla, especialmente para alimentar y para dormir a nuestro bebé.

  • Si bien las siestas son necesarias durante el día, éstas serán irregulares durante los primeros 4 meses de vida del bebé y hasta que su ritmo circadiano madure.
  • Durante las primeras semanas de vida es posible que nuestro bebé no tolere estar despierto más de 45 minutos entre siestas. Esto cambia al llegar a los 2 meses de vida, cuando comenzará a tolerar despierto períodos de 90 minutos entre siesta y siesta.
  • Prestemos atención a las señales de sueño del bebé, como bostezos, movimientos de cabeza de lado a lado o reflejos de succión aun cuando hubiera comido recientemente. Debemos aprovechar estas señales para ofrecer a nuestro bebé una siesta antes de que se sienta demasiado cansado.
  • El ritmo diurno del bebé comenzará a ser más regular entre las semanas 12 y 16 de vida.

  • La posición natural de un recién nacido es acostado sobre su espalda. Desde esta posición aprenderá, de a poco, a rodar, luego a gatear y, finalmente, a ponerse de pie. ¡Pero necesitará mucho tiempo de práctica! Permitamos que nuestro  bebé experimente cómo mover su cuerpo cuando esté tumbado en el piso. 
  • Las sillas mecedoras y los balancines son una buena opción para dar al bebé (¡y a nosotros!) un descanso. Pero no olvidemos ofrecerle tiempo suficiente, cuando se encuentre despierto, para estar acostado sobre su espalda y practicar movimientos libres. Aunque de a ratos puede parecer que el bebé no está cómodo, les aseguramos que se encuentra perfectamente en esa posición.
  • Algunos bebés aprenden a darse la vuelta sobre su vientre a los 2 meses de vida, aunque la mayoría lo hará algunos meses más tarde. Pese a que nuestro bebé aún no logre voltearse sobre su vientre, es aconsejable que comience a pasar unos minutos al día boca abajo mientras esté despierto (y bajo supervisión de los padres), para ayudarlo a fortalecer los músculos de su cuello.  
  • Tan pronto como nuestro bebé comience a voltearse, es importante que no lo cubramos con mantas swaddle y con sus brazos ajustados para dormir, para evitar cualquier riesgo de sofocación.
  • La AAP recomienda volver a acostar a los bebés boca arriba cuando rueden por la noche a una posición boca abajo, hasta que aprendan a rodar en ambos sentidos por sus propios medios. Una vez que puedan rodar de una posición boca abajo a una posición boca arriba y viceversa permitiremos que elijan su posición preferida para dormir.   

  • Utilizar ruido blanco puede ser una buena opción. El ruido blanco es relajante y ayuda a bloquear los ruidos exteriores. Recuerda que el volumen no debería ser mayor al de una ducha de baño.
  • Debemos mantener el dormitorio templado. Una temperatura entre los 20 Cº y 22 Cº es la recomendada para dormir.
  • Envolver a nuestro bebé en una manta swaddle puede ayudar a su relajación. Es importante restringir el movimiento de sus brazos, pero no de sus piernas. Asimismo, es recomendable dejar de usar el swaddle a partir de las 8 semanas o cuando muestre signos de comenzar a rodar.

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¡Te vamos a ayudar! 

  • Para que tu bebé duerma más y mejor.
  • Crear un ambiente de sueño saludable.
  • Simplificar las rutinas de sueño de tus hijos.
  • Darte seguridad a través de información practica y el entendimiento del sueño de tus hijos.
  • Acompañándote durante el proceso de transición hacia un mejor descanso.
Lola
Lola Sánchez Liste is the CEO and founder of Rockin’Blinks. With a certification as a Children Sleep Coach by the Family Sleep Institute, Lola works directly with families to help them evaluate each child’s unique sleep situation, create sleep plans, and support and guide them towards better sleep.

Lola was born in Argentina, also lived in Spain and Honduras and has been based in New York for the past 7 years. She has witness how culture influences sleep habits and understands how each family is made of unique personalities, circumstances and stories.

Follow the SAFE SLEEP recommendations of the the
American Academy of Pediatrics to protect against SIDS.

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